Esta receta es sabrosa y las caderas de pollo que ya vienen deshuesadas y sin piel son ideales porque hacen el trabajo mucho más fácil. Era muy popular en los años ’80 y todavía sé de gente que le pide a sus mamás o abuelitas que se la preparen. La puedes preparar con anticipación y así sólo tuestas una rebanada de pan y cortas unas hojas de lechuga para servir.
6 caderas de pollo, sin piel y sin hueso
1 ¼ cucharadita + 1 cucharadita de sal de mar
½ cebolla amarilla grande
10 clavos (1 cucharadita aproximadamente)
4 a 6 hojas de laurel
1 papa mediana picada en cubos pequeños
¾ de taza de guisantes verdes (congelados o de lata)
4 tazas de leche regular
5 cucharadas de mantequilla (preferiblemente sin sal)
4 cucharadas de harina
½ cucharadita de pimienta fresca molida
½ cucharadita de nuez moscada
Rodajas de pan tostado y lechuga para servir
En una olla profunda hierve en calor alto aproximadamente 4 tazas de agua con 1 ¼ de cucharadita de la sal. Pincha los clavos en la cebolla y sumérgela en el agua junto con las hojas de laurel. Hierve por unos minutos. Baja el calor a medio bajo y sumerge las caderas de pollo. Tapa y cocina por 20 minutos.
Mientras se cocina el pollo prepara la salsa bechamel. En una olla calienta la leche en calor bajo. En otra olla (con capacidad para 4 tazas) coloca la mantequilla y caliéntala en calor medio. Tan pronto comience a derretirse añade la primera cucharada de harina y con un batidor de mano mézclala con la mantequilla hasta que se disuelva. Repite inmediatamente con el resto de la harina, añadiendo una cucharada a la vez. Continua batiendo la harina de 3 a 4 minutos, hasta que se forme una pasta color amarillo oscuro. Añade un poco de la leche, ½ taza aproximadamente, mientras bates constantemente para integrar la harina con la leche. Repite esto dos o tres veces más, hasta que la harina mezclada con la leche haya creado una salsa espesa. Añade el resto de la leche y combina bien. Usando una cuchara de madera mueve constantemente la salsa por cinco minutos adicionales, hasta que el líquido tenga una consistencia espesa. Retira del calor y añade la cucharadita de sal, la media cucharadita de pimienta y la media cucharadita de nuez moscada y mezcla todo una vez más.
Retira una de las piezas de pollo del agua y desmenúzalo o pícalo en trozos pequeños. Sumérgelos en la salsa bechamel. Repite hasta desmenuzar todas las piezas. Añade los trocitos de papa y guisantes verdes a la salsa y mezcla una vez, hasta que todo el pollo esté bien cubierto con la salsa. Sirve en una rueda de pan tostado con unas hojas de lechuga.